Una forma estupenda de dar con sitios abandonados es preguntar. Evidentemente si uno sale a la calle y empieza a preguntar por sitios abandonados lo más probable es que le tomen por loco. Y además de conseguir poca información debe de ser agotador.
Sin embargo Internet es una herramienta maravillosa, y un buen sitio para preguntar. Uno lanza la pregunta, como quien deja un anzuelo, y sólo tiene que esperar a ver quien responde, con la esperanza de tener suerte.
Esta fue la forma en que localicé este sitio abandonado. Yo pregunté, y AleX5 de Forocoches tuvo la amabilidad de informarme sobre este lugar.
Me habló sobre un hospital abandonado cerca de Trillo, en la provincia de Guadalajara. Las indicaciones eran bastante claras, aunque por algún motivo las interpreté mal, pensando que el lugar estaría en algún punto de la carretera entre Brihuerga y Trillo, y más cerca de este último.
En la gasolinera de Trillo paré a repostar y preguntar. La empleada me comentó que hacía tres años que el lugar no existía, sin concretar más. No me quedó claro si lo habían demolido o reformado.
Pocos kilómetros después descubrí que el supuesto hospital no era tal, sino un balneario abandonado. Y que tampoco estaba abandonado, sino que es el flamante Real Balneario Carlos III, con su hotel de 4 estrellas, e inaugurado en 2005
El acceso del que me había hablado AleX5 seguía existiendo, aunque estaba en desuso. Ahora hay un acceso directo desde la carretera hasta el balneario. Me acerqué hasta la entrada del lugar, y comprobé que quedaba poco que ver. Todo era verde, luminoso y reluciente.
Sin embargo me llamó la atención una serie de casas a la izquierda del nuevo acceso. Estas si tenían un aspecto bastante abandonado, así que para aprovechar el viaje y calmar mi frustración me decidí a echarles un vistazo.

El lugar parecía algún tipo de urbanización pequeña, con unas pocas calles, y casas con jardines. Después de un par de “¿Holas?” en voz alta me dispuse a entrar. Tanto las puertas principales como las traseras, que daban a la cocina estaban abiertas, por lo que pude entrar sin problemas.
En cada edificio había dos viviendas. En la planta baja había un salón con chimenea de buen tamaño, y también una cocina y algunos armarios.
Las chimeneas de los salones parecían haber sido usadas con posterioridad al abandono, ya que había restos de papel quemado en ellas.

La mayor parte del mobiliario de cocina estaba arrancado de su sitio, y puesto en mitad de la cocina. Casi todo lo aprovechable había sido quitado, aunque aún quedaban algunas cocinas y hornos, e incluso una lavadora, probablemente inservible.

Me llamó especialmente la atención esta estufa de leña, bastante estropeada y con apariencia de inservible, pero con buen aspecto.

En la parte superior estaban las habitaciones y los baños. El dormitorio principal tenía un vestidor con ventana y unos enormes armarios empotrados.
Los baños estaban en relativo buen estado, aunque bastantes de los azulejos habían saltado, y los sanitarios no estaban en su mejor momento.

En las casas aún quedaban algunos muebles de poca calidad y en muy mal estado. Salvo por ellos, y una gran cantidad de pequeños excrementos, las habitaciones estaban prácticamente vacías.

Sin embargo sí que me encontré a este pequeño habitante del lugar, que me confirmó con su presencia que hacía tiempo que nadie entraba en esas casas. No pareció molestarse con mi presencia, y siguió durmiendo plácidamente colgado cabeza abajo.

En la parte de atrás encontré algo que me descolocó bastante: un contador de la luz. Lo que me llamó la atención fue que era moderno, y que estaba en un estado excelente. Ni siquiera estaba sucio. O bien alguna de las casas ha estado usándose hasta hace poco, o alguien vino a verificar el contador.
Después de explorar los dos edificios me acerqué a otro chalet con aspecto más moderno y lujoso. Al acercarme al balneario había visto ya que la puerta principal de la terraza tenía el cristal roto y abierto, y había muchos trastos en la terraza, por lo que supuse que también estaba abandonado. La puerta de la cochera estaba abierta, así que me aventuré a asomar la cabeza en el interior.
En este caso había gran cantidad de trastos por doquier. Botes de aceite lubricantes, un extintor, un spoiler de un coche, un calendario de 1998… Apenas estuve unos minutos cuando un fuerte portazo se oyó en algún lugar de la casa. Probablemente fuera el viento y una puerta mal cerrada, pero por si acaso salí de allí bastante rápido. No sé si el chalet no estará abandonado, o si sus dueños siguen yendo por allí, o si alguien del pueblo, conociendo el abandono de la casa, ha aprovechado para “okupar” el lugar. En lo que a mi respecta, si la casa no estaba abandonada mis disculpas… Sólo entré a husmear, y nunca toco nada en los sitios a donde voy.
Al irme me seguí la carretera en sentido contrario al que vine. Después de varias revueltas volví a llegar hasta la carretera, sin encontrar nada más interesante.
Resumiendo, que no fue lo que andaba buscando, pero como aperitivo no estuvo mal. Lo más interesante del sitio es que está en el mismo estado en que lo dejaron sus dueños, casi sin rastro de destrozos o vandalismo. No creo que valga la pena acercarse ex profeso, pero si vais a daros unos baños termales y a descansar puede valer la pena el paseo a los alrededores del balneario.
Localización: +40° 41' 37.51", -2° 34' 38.06". A menos de 2 kilómetros del pueblo de Trillo en dirección a Azañón, en el lado izquierdo de la carretera. El acceso al balneario está claramente señalizado. En la localización de google maps aparecen claramente las dos casas de las que hablo al principio. El otro chalet también se aprecia, un poco más al sur. La foto es antigua, ya que no aparece el nuevo acceso, ni todos los jardines que ahora tiene el balneario.
Estado: Las construcciones se encuentran aparentemente en muy buen estado estructural. Tienen aspecto de haber sido abandonadas recientemente. Otra cosa son las pinturas y azulejos, bastante estropeados.
Acceso: Para acceder al grupo de casas se puede hacer andando desde el acceso al balneario. No hay ningún tipo de valla que impida el acceso. Curiosamente si entramos desde la antigua carretera encontramos una puerta metálica con un cartel del prohibido el paso excepto personal de la obra. Teniendo en cuenta que no hay obra a la vista, y que la puerta estába abierta de par en par, supongo que se les olvidaría quitarla… O que no tuvieron interés en hacerlo.
Links: Mi
album de fotos con el resto de imágenes que tomé en el lugar.
Salu2!