Empezaba
a caer la tarde. Dijimos de echar un vistazo rápido a aquel palacete antes de
hacer un alto para una comida tardía. Apenas bastaron diez minutos allí dentro para decidir mandar callar
a las tripas y recoger las cámaras y trípodes del coche.
El
lugar estaba básicamente vacío. Desde luego tenía aspecto de llevar bastante
tiempo abandonado, cerrado y olvidado. Los pocos muebles grandes que
encontramos estaban prácticamente desmontados.
Resultaba
bastante sorprendente el hecho de que prácticamente no hubiera destrozos ni
pintadas. Cristales rotos y esas cosas había, pero ni de lejos lo que uno suele
ver en sitios como este, especialmente siendo el acceso tan sencillo. Sitios
así dicen mucho y bueno de los pocos vecinos que había alrededor.
Toda
la casa confluía en el enorme recibidor. La luz en aquel sitio era increíble.
Por las ventanas laterales, cerradas en su mayoría, entraba bastante poca luz
del sol que hacía rato había empezado a dirigirse a su cita nocturna con el
horizonte. Sin embargo, por la claraboya
translúcida aún entraba un buen haz de luz.
Decidimos
dividirnos para explorar el lugar, uno en la planta superior y el otro en la de
abajo, de manera que no tuviéramos que andar vigilando si el otro entraba en el
plano a fotografiar. La planta baja tenía varios salones alargados y una parte
que debieron ser cocinas, aunque curiosamente no vimos ninguna hornilla o
similar en toda la casa. Lo que sí tenían esas habitaciones era un aspecto más
espartano que el resto del palacio y algunos elementos curiosos, como este
separador de madera.
También
encontramos alguna cama. Esta, en concreto, estaba en la habitación del fondo,
en una esquina del palacete. Se puede ver el juego de azulejos de la pared en
la foto anterior. Probablemente hubiera sido llevada allí tras el abandono, ya
que los dormitorios estaban situados en la planta superior.
Cerca
de las escaleras encontramos un pequeño cuarto casi sin ventanas que debió ser
un pequeño almacén. Lo más curioso que vimos fue este enorme arcón de madera.
Cuando hice la foto ni siquiera se veía el color, ya que la falta de luz era
notable en aquella estancia. Luego, al revelar resultó ser del color azul que
se aprecia. Por cierto, que allí sí que había algunas pintadas, por ejemplo en
la puerta. ¡Hechas con tiza! En las fotos casi ni se veían.
Lo
más vandálico que vimos fueron los restos de una pequeña hoguera en el centro
de la casa, pero incluso daba la impresión de que tras apagarla alguien había
tenido la delicadeza de limpiar un poco el sitio.
Tras
revisar la planta baja subí a la superior. Las escaleras tenían aún aspecto de
aguantar aún muchos años en buen estado, aunque lo que sí que había
desaparecido era la baranda. Me dio la impresión de que podía haber sido de
metal y que por eso alguien se la llevó, porque el resto de elementos
decorativos, todos de madera, se conservaban en buen estado.
Lo
que se ve al fondo con aspecto de enorme bañera era en realidad la baranda que
rodeaba el hueco sobre el vestíbulo principal. También se puede observar donde estaba
la baranda.
La
baranda del hueco se conservaba sorprendentemente bien. Solamente un segmento
estaba dañado, y ni siquiera había caído, estando sólo inclinado. De cualquier
manera mejor no apoyarse mucho en ella. Por si acaso…
Desde
el hueco se podía ver la planta de abajo, con su silla y los restos de la
hoguera. También se puede apreciar la combinación de luces entre la más fuerte
superior y la más delicada lateral que había comentado antes.
Seguimos
explorando la planta superior. Probablemente lo más llamativo fue encontrar
esta vetusta televisión, probablemente de blanco y negro, y de un tamaño
bastante considerable. La luz aquí
también era curiosa, ya que la habitación no tenía ventana alguna salvo por una
claraboya pequeña situada en el trecho y cuya luz incidía directamente en la
televisión.
En
el pasillo, uno de los pocos muebles completos que encontramos. Esta vieja
vitrina de vidrio se encontraba en perfecto estado, salvo por la enorme
cantidad de polvo que albergaba y las pequeñas huellas dejadas por un gato.
No
hay abandono que se libre de tener alguna silla. En mejor o peor estado, de un
estilo o de otro… Siempre hay sillas. Algunas tan curiosas como esta, con
ruedas.
La
totalidad de los dormitorios estaban totalmente vacíos. Costaba encontrar en
ellos algún interés fotográfico con sus ventanas cerradas y poco más. El más
alejado de todos, probablemente el principal por tamaño era este. La ventana,
orientada de manera distinta al resto, era la
única que vimos abierta. Este dormitorio era el único que tenía un
cuarto de baño propio y de gran tamaño.
Curiosamente
sólo había otro cuarto de baño más en toda la planta, justo en la otra esquina
de la casa. Uno piensa en grandes mansiones y lo que le viene a la cabeza son
muchos cuartos de baño. Se ve que cuando se construyó el palacete los baños
eran un lujo bastante más caro que en la actualidad.
Después
de fotografiar a placer bajamos por las escaleras de servicio con la intención de
marcharnos ya. El hambre empezaba a apretar y aún nos quedaban un buen montón de kilómetros para llegar a
casa.
Nos
entretuvimos aún un poco en el patio exterior, fotografiando la entrada
principal que curiosamente estaba orientada al jardín y no era visible desde la
calle. Tenía un aspecto bastante tétrico a pesar del sol y el calor.
Probablemente en un día de tormenta la visita hubiera sido bastante más
interesante, aunque sin el encanto de la luz dorada bañando lánguidamente el
interior del palacete.
Os
paso el enlace a la web del Sr. Máquinas para que podáis ver su punto de vista fotográfico de nuestra visita al palacete.
En
dos semanas más, aunque me temo que, comparado con esto, no mejor. ¡Y es que
sitios como este son difíciles de superar!
Todo un tesoro habéis descubierto. Enhorabuena y gracias por compartirlo.
ResponderEliminarSaludos.
WoW!!
ResponderEliminarQue lujo mas decadente!!
Me encanta!!
Y las fotos con esa pátina... fenomenales
Una joya y muy bien conservada.
ResponderEliminarSalu2
¿Donde esta esto? Quiero ir a verlo!
ResponderEliminarImpresionante.
ResponderEliminarAlgo debe ir mal para que se abandonen sitios como este, aunque algunos rescatéis parte de su ahora renovada belleza.
Saludos.
Es genial ese palacio, he estado alli un par de veces y no me canso de verlo. ¡Un trabajo perfecto!
ResponderEliminarHola; como he visto tu comentario me preguntaba si podrias decirme la direccion de este lugar por correo electronico. Esto es debido a cuando cumpla la mayoria de edad estoy planificando lugares como estos para ir con mi novia que tambien la gustan estos temas. Me gustaria que la direccion me la enviases al correo electronico para que la direccion no caiga en malas manos y este lugar se pueda conservar asi durante muchos años.
EliminarEl correo es riveraceladacristian@gmail.com; te agradeceria deberas si me enviases la direccion.
Gracias por su antencion.
Un saludo; Cristian
¡Qué belleza! Sin duda un lugar muy especial, bañado en luz dorada :)
ResponderEliminarDebió ser increíble estar allí. ¡Gracias por compartirlo!
muy buen laburo che.. me encantaría saber qué lugar es!!
ResponderEliminarSi pudieses mandarme un mail con la direncción del lugar: escuchomusica404@hotmail.com
te lo agradecería.
Saludos
I M P R E S I O N A N T E
ResponderEliminarDos cosas, bueno tres. El lugar es maravilloso, pero quizas lo disfrutariamos mas si las fotos fueran un pelin mas grandes y dejaras de usar un pelin el HDR
ResponderEliminarExcelente reportaje. Te felicito.
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