Era un día frío y lluvioso, nada propicio para hacer fotos, pero la cercanía mi destino por unos días por temas laborales, hizo que mi compañero y yo nos acercáramos para contemplar esta magnífica construcción abandonada a su suerte, y que tantas veces nos habían comentado por su magnitud.
Se localiza cerca de una bella ciudad rodeada por imperiosos
fuertes en su mayoría en buen estado de conservación, decidimos, por ser el más
majestuoso, acudir este en concreto. Encaramado en una colina a la que se
accede por una angosta pista semi-asfaltada y sin indicaciones precisas para
llegar al lugar.
La entrada parece pequeña, de dos metros de ancha, pero al
atravesarla accedemos a un patio gigante con un foso e imponentes muros que
cierran el interior del fuerte en varios anillos protectores.
Todavía están las
casetas donde el ejército estuvo acuartelado y algunas conservan restos de las
cocinas y chimeneas donde desarrollaban su vida diaria.
Las múltiples estancias nos hacen adivinar el gran número de
acuartelados que estarían destinados en aquel lugar, todos ellos encargados de
la protección del interior del núcleo del fuerte. En el interior encontramos la
única edificación de color amarillo, a la que se accede tras pasar gran
cantidad de puertas intermedias, en ella nos damos cuenta de la calidad que
tuvieron sus despachos, con los suelos de madera y grandes techos de escayola
con unos grandes ventanales que divisan y vigilan por todos los costados las
instalaciones del fuerte.
Llegamos a una de las zonas más mágicas de este edificio al
encontrarnos con el único objeto del mobiliario que no ha sido retirado del
lugar, una bañera enorme encaramada en la parte alta del edificio y con un gran
ventanal que divisa parte de la ciudad y el fuerte completo.
En todas las instalaciones existen gran cantidad de galerías
interiores que recorren el fuerte por el interior de sus muros y muchos
recovecos en los que nos encontramos objetos que demuestran otros usos
posteriores al acuartelamiento.
Es complicada la salida directa del edificio por los
múltiples pasillos, escaleras y fosos. Nos vamos con ganas de volver y pasar
más tiempo en este imponente fuerte del S XVIII, el tiempo de ocio ha
finalizado para nosotros.
Ricardo Fernández Vañes
@ricardobarruelo
Un saludo
Un sitio precioso y una fotos muy bonitas... felicidades
ResponderEliminarMuy buenas fotos Ricardo, enhorabuena!
ResponderEliminar¡Impresionante sitio!
ResponderEliminarSalu2
Pero donde es?
ResponderEliminarEstuve allí hace 15 dias y el sitio es una autentica pasada. Digno de pegarse el viaje hasta allí para verlo expresamente.
ResponderEliminarSaludos.
Magnificas fotos, un saludo desde Bcn
ResponderEliminarQue sitio más chulo y que fotos más guapas!!!!
ResponderEliminarEl lugar es precioso, tengo que decir que me encantaria visitarlo, Por mi tierra Tanvien ay lugares preciosos Pero se los están cargando los vandalos y los ladrones de cobre. Ojalá todo El mundo respetara las ubicaciónes de estos lugares, Pero en este país nos queda mucho que aprender.
ResponderEliminarEn realidad su último uso no fue como cuartel, sino como prisión militar hasta su total desactivación allá por los años 80, si mal no recuerdo.
ResponderEliminarUn saludo
Buen reportaje! me ha gustado mucho el lugar y más que no este vandalizado :)
ResponderEliminarMuchos saludos
Acabo de descubrir tu blog. Magnífico trabajo. Enhorabuena.
ResponderEliminardonde ess me gustaria tomar una sesion de fotos alli
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